Para presenciar el acto fue necesario empujar, empujar y empujar, y predisponerse a los apretujones. Ayer, en la sala del Consejo Directivo de la Facultad de Odontología se amontonaron decenas de personas y la tensión fue tan espesa como la humedad de la jornada gris. Una resolución de la Junta Electoral que llegó a último momento allanó el camino para que Liliana Zeman se convirtiera en la nueva decana. Pero en el medio pasaron varias cosas: hubo protestas, festejos y la ausencia de cinco consejeros, que prefirieron no votar.
La mañana había empezado tensa: primero juraron 10 de los 11 consejeros. Carolina Paola Martínez, una de las representantes estudiantiles, tuvo que quedarse afuera. Su fuerza, Reforma Estudiantil Franja Morada (REFM), había logrado las tres consejerías del estamento tras la elección del 23 de abril. Pero la Frente Estudiantil (FE), que había quedado segunda, presentó una medida cautelar: argumentaron que si se recontaban los votos de una urna ellos alcanzarían el 20% indispensable para pelear por el consejero por la minoría. A raíz de ello, la toma de posesión del cargo por parte de Martínez había quedado en dudas.
A media mañana se conoció la decisión de la Junta Electoral: resolvió no hacer lugar a las impugnaciones. Fuentes del órgano fiscalizador de los comicios en la Universidad Nacional de Tucumán precisaron a LA GACETA que fundaron su decisión sobre la base de que el acta de escrutinio contaba con la firma en conformidad de los fiscales de todas las agrupaciones estudiantiles intervinientes en la elección. “La jurisprudencia prevé que se abran las urnas cuando no existe acta de escrutinio, cuando esta se encuentra adulterada o cuando algún sufragio fue recurrido por alguno de los fiscales; y nada de esto sucedía en la urna cuestionada”, indicó la fuente.
Alrededor de las 11, Martínez prestó juramento. “Me siento muy segura en mi cargo, pero no descarto que tomen nuevas medidas judiciales”, comentó después. Para ese entonces, los consejeros encolumnados detrás de la candidata María Isabel Ferrari habían abandonado la cada vez más atestada sala del Consejo. Más tarde, Viviana Rosino, Diego Silvera, Sabina Rotcher, Mónica Álvarez y Humberto Rueda comunicaron que no iban a participar de la votación.
En uno de los rincones de la habitación se colocaron dos pizarras para delimitar el “cuarto oscuro” y votaron los seis consejeros restantes (el Consejo puede sesionar con mayoría simple, es decir, con seis de sus integrantes) ¿El resultado? Zeman (que también es consejera) resultó electa por seis votos a cero, y explotaron los festejos. “Fue una elección muy difícil, porque la judicializaron. Me parece muy triste que se haya hecho de esta manera”, expresó la nueva decana, quien confirmó que apoyará al “rectorable” Eduardo Coletti.